OBEDIENCIA, FIDELIDAD Y COMPROMISO MINISTERIAL
La carencia de
los pastores solitarios
He escrito varias reflexiones del por qué muchos pastores
prefieren trabajar solos, sin cobertura, como su mejor opción. Todo pastor que
trabaja solo, básicamente tiene dos motivos:
1. No le gusta estar bajo ninguna autoridad ni
dar cuentas a nadie
“Solo obedezco al Señor que me llamó y solo Él me respalda…”
Dice orgullosamente, muy convencido de su elección.
Y de esta forma, el pastor es la única y la máxima autoridad
dentro de su reino que está construyendo; y digo “de su reino”, porque el Reino
de Dios no funciona de esa manera.
2. No le gusta dar sus diezmos ni ninguna
finanza a nadie
Es como el creyente que no se bautiza para que no empiece el
pastor a pedirle sus diezmos.
Me decía un pastor que recién había ingresado a nuestra
cobertura, en una junta de pastores en su templo:
—En mi pasada cobertura no pagué mi diezmo —me decía
mientras señalaba el nuevo piso del templo— aquí gasté el diezmo, en la obra
del Señor…
—¿Qué le diría usted a uno de sus miembros que le confesara
que se gastó el diezmo en ponerle bonito piso a su casa? —le dije— ¿Lo
felicitaría? ¿Se sentiría usted bien? ¿Le animaría a seguir gastando sus
diezmos en lo que él crea necesario?
Sin esperar respuesta, enseguida le dije:
—Es más, ¿cómo se sentiría usted si hoy fuera el Presidente
de esta Asociación y sus pastores les dijeran que se están gastando el diezmo
en sus proyectos de templo?... ¿Les serviría con mayor entusiasmo al saber que
ellos no sostendrán su Ministerio? ¿Sería usted el Presidente de nuestra
Asociación sin recibir ningún salario?
Y finalicé:
—¿Es el diezmo para trabajos de construcción dentro del
Reino, o para sustentar los Ministerios del Reino?...
Lamentablemente muchos de esos pastores solitarios, cuando
ingresan a una Asociación, solo quieren disfrutar los beneficios legales,
espirituales, educacionales, ministeriales, materiales… y todo lo que puedan
recibir de ella, pero no se comprometerán con ella ni le serán fieles; quieren
los dones pero no las obligaciones…
Y por eso es que cada día aumenta la larga fila de Ministros
solitarios, amargados, frustrados, resentidos y hasta enfermos: sin gozo ni
frutos de su vida espiritual ni de su labor ministerial… Culpando a Dios y a
medio mundo.
Pero no fue Dios quien les falló… no fue la Organización que
les falló… Fueron ellos mismos que se descalificaron por su falta de sujeción,
fidelidad y compromiso con la Asociación que les cobijó.
Si hay algo que a Dios agrada y bendice es la obediencia y la
fidelidad. Podemos pasarnos la vida de rodillas y con el estómago vacío…o
aposentarnos eternamente en piadosa búsqueda de Dios… Pero sin santidad, que
conlleva obediencia y fidelidad, no le encontraremos ni nada recibiremos…
Asimismo, podremos desgastarnos completamente trabajando de
sol a sol en el Ministerio, pero sin obediencia ni fidelidad ni compromiso, muy
poco lograremos.
Y si en lo poco le somos infieles, Dios nunca nos pondrá en
lo mucho, porque sabe Dios que en lo mucho le seremos mucho más infieles…
Me gozo con los Pastores y Pastoras que no teniendo la
habilidad para llenar sus reportes, entregan sus finanzas a tiempo pidiendo
ayuda para rellenar el formato; por aquellos que no pudiendo asistir a alguna
entrega de reporte, me lo hacen llegar oportunamente; por aquellos que van a mi
casa a reportar… Solo quieren cumplirle a Dios sin excusas ni pretextos; como
diría la chaviza de hoy: “¡Sin miedo al éxito!…”.
Mi gratitud y respeto por siempre a estos Pastores; por
ellos me siento cada día motivado a seguir adelante en la encomienda del Señor…
Y por los demás, nadie puede hacer nada… Tristemente
seguirán su camino sin mayor gloria, como el vagabundo que teniendo
inteligencia y profesión, a nadie beneficia, a nadie edifica, a nadie es útil…
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